Guest House Rrashkadoli

Me encantó! El entorno es excepcional, y Rosa y Leka son unos excelentes anfitriones. La casa familiar es preciosa y bien cuidada. La comida casera, deliciosa. No se puede estar mejor. ¡Cuidado con el raki casero que Lekar te ofrece continuamente, pega fuerte! ?

La habitación era cómoda y el baño bastante nuevo, el agua de la ducha calentita, había un calefactor en la habitación y mantas para taparse. El desayuno muy rico unas pancakes caseras con mermelada y miel, un vaso de leche fresca, un huevo y un café . La zona es espectacular.

Tenían que avisar que hay que dejar el coche en un aparcamiento, cruzar un río a pie para llegar al alojamiento y luego andar 10 min más cuesta arriba, a nosotros nos pilló en invierno y lloviendo, el río estaba crecido y llegamos empapados, llamé y vinieron a recogernos andando para guiarnos hasta el alojamiento. Creo Importante avisar de que hay que cruzar el río y mojarse. Por lo demás todo bien, son encantadores. Al llegar secamos las botas a la estufa y nos ofrecieron té caliente.